La Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que la debida diligencia en materia de derechos humanos es una manera de que las empresas gestionen en forma proactiva los riesgos reales y potenciales de los efectos adversos en los derechos humanos en los que se ven involucradas.
La Debida Diligencia en Derechos Humanos y Medioambiental (DDHMA) aplicada al contexto de CLAC, se refiere a la ruta de trabajo con el que paso a paso se contribuye al desarrollo de las políticas, estándares y procesos del Comercio Justo para que sean progresivamente más eficaces en abordar las áreas de derechos priorizadas en los procesos productivos, y en el avance de los derechos de los(as) productores(as), trabajadores(as), empleados del sistema Fairtrade y otros titulares de derechos.
Con arreglo a los Principios Guía de las Naciones Unidas sobre Negocios y Derechos Humanos y la Guía de la OCDE de Debida Diligencia para una Conducta Empresarial Responsable, la construcción de un sistema de DDDHMA, implica los siguientes pasos:
Paso 1. Compromiso: Implica una declaración del compromiso de una empresa hacia el respeto de los derechos humanos y medioambientales, así como la concientización, asignación de responsabilidades y construcción de políticas y procedimientos para el abordaje de estas temáticas.
Paso 2. Identificar: Identificar y evaluar los efectos adversos reales o potenciales sobre los derechos humanos y medioambientales que la empresa haya causado o contribuido a causar a través de sus actividades, o que guarden relación directa con las operaciones, los productos o los servicios prestados por sus relaciones comerciales;
Paso 3. Abordar y Remediar: Tomar acciones para prevenir, mitigar, cesar y remediar aquellos riesgos o problemas identificados de acuerdo con su nivel de prioridad y conforme a la participación en el impacto.
Paso 4. Monitoreo y Seguimiento: Hacer un seguimiento de la implementación y la eficacia de las actividades de debida diligencia en derechos humanos y medioambiental. A su vez, utilizar las lecciones aprendidas del seguimiento para mejorar estos procesos en el futuro.
Paso 5. Comunicar: Comunicar externamente la información que sea relevante acerca de las políticas, procesos y actividades de debida diligencia llevadas a cabo para identificar y abordar los impactos negativos reales o potenciales, incluidas las conclusiones y los resultados de esas actividades.
Paso 6. Reparar o Colaborar: Cuando se identifique que ha las actividades de una organización o empresa han causado o contribuido a causar algún impacto negativo real, es necesario abordarlo mediante su reparación o colaborando para la misma. Esto implica la participación de toda la cadena productiva en la creación de soluciones conjuntas para la remediación de problemas identificados a través del sistema de debida diligencia en derechos humanos y medioambiental.
Es importante resaltar que las iniciativas voluntarias como las certificaciones e incluso sistemas de DDDHMA no son suficientes para resolver las problemáticas de derechos humanos y medioambientales; ya que para esto se necesita el apoyo del Estado y el abordaje de paradigmas y condiciones que van más allá del Comercio Justo.
Es por esta razón que el enfoque de CLAC en el trabajo de DDDHMA, se centra en el proceso de acompañamiento a su membresía en la ruta de trabajo necesaria para la construcción de estos sistemas de debida diligencia, tomando en cuenta sus capacidades internas, recursos, y nivel de avance en el trabajo de derechos humanos y medioambientales, de forma que puedan contribuir a indicadores como los ODS a través de sus buenas prácticas sociales y ambientales.
Por otra parte, como CLAC asumimos un firme compromiso en la incidencia ante diferentes instancias, sobre todo ante los procesos legislativos de países consumidores entorno a la DDDHMA, de manera que incorporen las perspectivas y realidades de los productores y trabajadores, y que a través de estas regulaciones pueda lograrse la participación activa, coinversión y creación de soluciones conjuntas de todos los actores en la cadena de suministros.
Fuente: UNGP y Guía OCDE.
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