Yamile Zapata, egresada de Pedagogía Infantil de la Universidad de Antioquia, en Colombia, trabaja como una docente de la sede educativa Lourdes, desde hace 4 años. Ha sido parte de las diversas jornadas lúdicas que la Cooperativa de Caficultores de Antioquia ha implementado con niños, niñas, madres y padres de familia.
“Estas jornadas han sido muy estimulantes para los niños y las niñas, al ver personas diferentes y actividades lúdicas, son más receptivos”, asegura al explicar parte de los resultados del proyecto de protección a la niñez con cooperativismo infantil en el que participa, el cual busca que en el aula los niños y las niñas conozcan sobre sus derechos y sepan la trascendencia que tienen para su vida.
Yamile afirma que “uno de los derechos más importantes para los niños y las niñas es la educación”. Por eso le parecen relevantes las iniciativas que apoyan la labor de velar por el bienestar de la niñez y el respeto de su derecho a educarse, pese a los desafíos que deben superarse para su puesta en marcha en las zonas rurales.
“Estas formaciones dejaron grandes aprendizajes para reforzar a los niños y las niñas en las clases. La cooperativa al aplicar todos esos talleres sienta una base para la pedagogía que se hace desde el aula”, apuntó. Las temáticas de sus clases muchas veces son guiadas por la participación de los niños y las niñas en las actividades de la cooperativa.
Yamile considera que es valioso que la organización tenga políticas sobre la protección de la niñez. “Todos los padres necesitan que los guíen y les muestren esas rutas para concientizar acerca de la importancia de la educación en los niños sobre cualquier otra cosa”. La política, en sus palabras, es un gran apoyo para las instituciones rurales que llevan años trabajando en Colombia por proteger a la niñez de situaciones donde se vulneren sus derechos.
Uno de sus mayores sueños es que sus alumnos(as) puedan terminar la escuela, estudien lo que deseen, se gradúen y que, si así lo quieren, logren ser profesionales en lo que les apasione.
El café como una esperanza de progreso
La Cooperativa de Caficultores de Antioquia es parte de la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños(as) Productores(as) y Trabajadores(as) de Comercio Justo (CLAC). La organización de caficultores fue creada en julio de 2000, aglutina a más de 11,000 asociados(as), que se distribuyen en las regiones del oriente, suroeste cercano, norte y nordeste de Antioquia, abarcando a 54 municipios de ese departamento.
La cooperativa, que cuenta con sello Fairtrade, considera que el café, más allá de ser un producto agrícola, es un estilo de vida, una cultura y una esperanza de progreso para quienes se dedican a él. Señalan que realizan su proyecto del taller de Cooperativismo Infantil para acercarse a los niños y las niñas de las diferentes zonas rurales de los municipios de su área de influencia.
