La producción de miel orgánica es la actividad económica principal para numerosos pequeños productores y productoras de organizaciones de Comercio Justo en Guatemala, desde donde diversidad de mieles ofrecen una amplia gama de colores, texturas y dulzuras al mundo. El respeto y la solidaridad son parte de los valores que inspiran a esa producción, donde el Comercio Justo promueve prácticas tanto para incrementar la calidad de estas mieles, así como para proteger al medioambiente y a las comunidades apícola.
“Somos familia abejas y apicultores”
La Asociación de Cooperación al Desarrollo Integral de Huehuetenango (ACODIHUE) fue creada desde hace más de 25 años en Guatemala y está formada por varias asociaciones de primer nivel, que, a su vez, están integradas por comités comunales. Por su diversidad, se identifica como una asociación pluricultural y multilingüe en donde existen diversas etnias.
Las y los miembros de ACODIHUE tienen claro el rol fundamental de las abejas como agentes polinizadores del mundo, y la relevancia de la implementación de nuevas formas de producción centradas en la conservación del medioambiente.
Es bastante bueno estar en un sistema como este, también por los beneficios que obtiene nuestro medioambiente en la zona. Estamos en el cambio de dejar lo convencional y pasar a lo orgánico, por todo lo bueno que nos genera producir orgánicamente”, afirma José Herrera, de ACODIHUE.
El pequeño productor agrega que cuidan con esmero sus colmenas y siembran árboles frutales y melíferos para crear fuentes de polinización para las abejas, “sabemos que sin polinizadores no hay desarrollo de las variedades que podamos tener (de flora). Porque incluimos lo orgánico, damos a los trabajadores -que son las abejas- las mejores condiciones. Es miel 100% pura, con los estándares requeridos de humedad. Tenemos una relación completa con la miel y nuestra zona de vida, somos familia abejas y apicultores”.
“La naturaleza nos regala flor de calidad”
La Cooperativa Integral de Producción “Apicultores de Cuilco” (CIPAC R.L) fue fundada en 1999 y se ubica en Cuilco, Huehuetenango, en Guatemala. Como parte de la dinámica de trabajo de la organización, las y los pequeños productores han fortalecido sus conocimientos a través de capacitaciones con énfasis en la protección de los recursos naturales, así como lo destaca el apicultor Fidelino García, quien también comenta que, gracias al Comercio Justo, han tenido mayores oportunidades que van más allá de mejores precios.
“Primero es la abeja y después es el hombre, entonces vemos que hay que cuidar la abeja, porque si hay abeja, hay buena producción. Y hablamos de calidades porque estamos en una zona donde la naturaleza nos regala flor de calidad, yo mismo lo garantizo, porque no alteramos aquí nada en cuestión de químicos”, asegura Fidelino.
CIPAC R.L resalta que la vegetación y el clima son muy favorables para la apicultura, por lo que en la zona se produce miel que es muy apetecida en su país y por personas en el extranjero. Así, prácticas encaminadas a la preservación del medioambiente son parte integral de su esquema de producción, que les permite cuidar los recursos naturales del entorno, producir miel de mejor calidad, y tener acceso a un mercado de consumidores y consumidoras que buscan miel con estas características.
“Estamos comprometidos a dar miel de calidad”
COPIASURO R.L. es una cooperativa apícola ubicada en la aldea El Sitio Catarina, en San Marcos, Guatemala, que se dedica a la producción, acopio y exportación de miel de abeja. Está formada por familias de comunidades rurales que trabajan a pequeña escala y de manera asociativa en la producción con altas normas de calidad, inocuidad y trazabilidad apícola.
Aurora Aguilar, productora de COPIASURO, dice que el Comercio Justo les ha abierto las puertas a sus productos al mercado europeo “en donde nos pagan mejor precio, y nos hemos sentido muy satisfechos porque los productos están seguros y los pagos nos han beneficiado bastante. Los precios en otros lugares son diferentes, pero en el Comercio Justo tenemos un precio especial”.
La apicultora resalta que la incorporación de buenas prácticas que les ha dado grandes beneficios, y entre esas acciones está la reforestación “nos dieron árboles de aguacate y palo blanco. Yo he sido una persona que ha donado árboles a las escuelas”.
Aurora afirma que el Comercio Justo “nos ha ayudado no solo a mí y a los asociados, sino a que la cooperativa salga adelante. Ahora se compró una homogeneizadora, se va a hacer una sala de venta y una estampadora. Nos sentimos muy orgullosos de que la cooperativa crezca, porque si la cooperativa crece nosotros también crecemos. Tenemos todas las herramientas para poder trabajar. Nos sentimos felices porque tenemos que poner de nuestra parte para que la miel sea de calidad, así como pedimos precios, también estamos comprometidos a dar miel de calidad”.
“La producción de miel orgánica nos apoya a nosotras”
La cooperativa COPICHAJULENSE R.L nace en el Cantón Chajul, El Quiché, Guatemala. Es un proyecto de producción apícola establecido en 2004 para crear una fuente alternativa de ingresos para las y los productores de café que dependían de este cultivo como única fuente de ingresos. A partir de 2007 inició la exportación de miel orgánica de Comercio Justo.
Ana Caba Mateo expresa que, como apicultora, ha recibido de la organización capacitaciones que le han permitido aprender más sobre la importancia del cultivo, las abejas y el manejo de las colmenas, y ha podido contar con acompañamiento técnico.
Asimismo, explica que, con la finalidad de cuidar su lugar de producción “tratamos de sembrar flores, de mantener y limpiar las plantas que les gustan a las abejas. También aprovechamos a hacer cultivos que ayuden a la transmisión de las polinizaciones. La producción de la miel orgánica nos apoya a nosotras: una parte la vendemos y otra la dejamos a nuestra alimentación, y así apoya la alimentación de nuestras familias”.