Sala de prensa

16 Organizaciones intercambian buenas prácticas y aprendizajes de su participación en el Fondo de Valor Agregado en Santa Marta, Colombia

El proyecto conocido como Fondo de Valor Agregado nació para apoyar iniciativas que ayudaran a 86 grupos de productores(as) a recuperarse de los efectos de la pandemia del COVID-19 y promovieran su resiliencia a los mismos.
 
En el marco del proyecto se llevó a cabo el Intercambio de buenas prácticas y aprendizajes entre organizaciones sub donatarias del Fondo de Valor Agregado, quienes presentaron sus experiencias en el evento el pasado 29 y 30 de abril en Santa Marta, Colombia.

Participaron 16 organizaciones de Bolivia, Brasil, Costa Rica, Honduras, Ecuador, Perú, Guatemala, México, Colombia, Paraguay y Uruguay, teniendo representación en productos como café, quinua, cacao y chocolate, hortalizas, maíz orgánico, artesanías, azúcar, miel, banano y subproductos.

El encuentro contó con una  diversa representación, mujeres, jóvenes y comunidades indígenas de varias organizaciones, quienes compartieron sus experiencias de crecimiento y aprendizajes en temas de innovación, comercialización, trabajo colaborativo y asociativo a partir de la inversión de los recursos del fondo para agregar valor en tres líneas; a) valor agregado hacia la mejora de la calidad de productos, b) la mejora del embalaje y presentación de productos y c) la compra de equipamientos e infraestructura productiva para la mejora de procesos de productos.

Los participantes destacaron la importancia del Fondo de Valor Agregado para mejorar sus productos y procesos. En el fondo, establecido con el apoyo de la Fundación Interamericana (IAF, por su sigla en inglés), participaron por primera vez organizaciones y productores(as) no pertenecientes al sistema Fairtrade, representando un 70% de organizaciones certificadas y un 30% de organizaciones no certificadas.

Reflexiones y Aprendizajes

En cuanto a los aprendizajes identificados durante el encuentro relacionados a la innovación tienen que ver con la forma en que las organizaciones han identificado un problema y han implementado una solución adaptada a su necesidad local ya sea con inversión en maquinaria e infraestructura, que han permitido la diversificación de sus productos, el desarrollo de nuevos productos, la mejora de sus empaques y la mejora de sus procesos productivos. 

“El proyecto nos ayudó bastante en el procedimiento de la quinoa, antes lo hacíamos todo artesanalmente y manualmente, ahora con esta ayuda del fondo de valor agregado se optimizó el tiempo, ya que nos ayuda a hacer el trabajo mucho más rápido de lo que era antes. Para sacar este valor agregado sacamos distintos productos, por ejemplo, preparados para sopa,  phisara y lo otro es en cuanto a la harina y el pito, hasta el momento estos productos se sacan localmente, entregamos la quinoa mayormente a centros minero,”

afirmó Alex Encinas
de la Asociación de Productores Quinua Crecer A.P.Q.C

en Bolivia.

Para la comercialización las organizaciones han desarrollado estrategias de diversificación y reconocieron la importancia de agregar valor a sus productos para llegar a nuevos mercados y generar diferentes fuentes de ingresos, en algunos casos las inversiones iniciales motivaron la búsqueda de otras fuentes de financiación, gracias al Fondo de Valor Agregado han podido avanzar en la mejora de calidad, presentación y sus procesos.
 
Una de las reflexiones constantes, durante el encuentro fue la importancia de que las OPPs realicen una planificación pensando en diferentes escenarios, marcos temporales y teniendo en cuenta que en el camino se pueden encontrar éxitos y obstáculos.

“Antes del fondo teníamos un procesamiento de 250 fanegas por cosecha después del fondo aumentaron a 540 fanegas por temporadas, impactando a 52 productores. Antes trabajabamos con 25 productores, después del fondo nos permitió mejorar el proceso productivo, tener más capacidad para el recibo, procesamiento, secado del café y almacenamiento, también logramos categorizar nuestros productos para obtener mejores beneficios para el productor,”

dijo Nelson Alberto Gutiérrez,

de COOPELIBERTAD
en Costa Rica.

A través de los recursos del proyecto las organizaciones también transformaron sus condiciones de trabajo y en algunos casos fomentaron la inclusión de mujeres y jóvenes en la cadena de agregación de valor.
 
Un aprendizaje clave mencionado durante el encuentro, ha sido que las innovaciones fueron enfocadas en desarrollar productos para mejorar la vida de los productores(as) y que las inversiones ayudaron a disminuir la carga de trabajo de las mujeres o a poner valor al trabajo de ellas.

“Agregar valor no sólo al producto, sino que también a la vida de nuestros productores.”

destacó Demian Bojorquez Lázaro,
 :
de la Sociedad Cooperativa Marku Anchekoren de la Meseta Purepecha, S.C.L.,
en México. 

Este enfoque centrado en las necesidades locales demuestra cómo la colaboración y la creatividad pueden impulsar el desarrollo de ideas que respondan a las necesidades locales.

El Proyecto Fondo de Valor Agregado fue desarrollado en alianza entre la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños(as) Productores(as) y Trabajadores(as) de Comercio Justo (CLAC), Fairtrade International y la Fundación Interamericana (IAF).

Noticias Recientes

Recibe nuestro Boletín Informarivo

X